Hoy que he pensado tanto en ti
me di cuenta
de que el tiempo no se mueve en línea recta.
Es una espiral.
vuelvo sin querer
Paso, una y otra vez,
por los mismos lugares.
Siempre están ahí, aunque no los mire.
Ahora entiendo
que lo importante
no es resistir,
es darse cuenta.
no era nuevo el temblor,
solo era más claro
Para que,
cuando el momento vuelva,
no vuelva al vacío
con tanta fuerza.
Y si vuelve con fuerza,
que no me encuentre —como
siempre—
mirando pajaritos.
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