la planta no se murió,
la planta se vivió
*lo dice ella que la vio porque yo no la he visto, pero como siempre yo le creo
mientras exista una mirada habrá siempre un respiro...aunque la mirada no sea para mi, aunque el respiro no sea mio..
Coherencia absurda o perfecta locura, llámenle como quieran, al final es igual, al final estos instantes siguen significando lo mismo, estos instantes en los que despierto momentáneamente de este estado de suspensión mental y lo veo... y te veo, son las tresquince y ahí estas tu, llegando del trabajo como todos los días, y yo te espero para acompañarte a almorzar, tu ahí y yo ahí con mi taza azul de café medio cortado medio no-cortado, tu y yo, y siento que te siento, y respiro de ti... y te beso y siento tu beso en mi, y tus manos en mi, tan dueñas de mi, yo tan de ti... y vuelvo a despertar y vuelvo sin querer al estado ese donde todo esta suspendido en alguna parte del aire... son todavía las tresquince, pero no has llegado, no vas a llegar, no estoy en la mesa acompañándote, estoy sentada en el auto, y de pronto llega a mi ese golpe devastador, ese golpe que me impide respirar de cualquier aire, ese golpe permanente que mueve todo lo que piso, y me faltas, me faltas tu y tu locura, tu y tus enojos, tu y tus silencios... y toda la vida contigo, todos los despertares contigo al lado mío, y entonces vuelvo a detenerme en el mismo respiro de hace dos meses... y te extraño amor, y el golpe obliga al agua de mar a salir de mi, más fuerte que yo, y me quema por dentro y por fuera, y las gotas forman tu nombre en el lugar que las recibe... y no, no hay forma de volver atrás, y todo en mi afirma que te extrañaré el resto de mi vida