viernes, enero 12, 2018

La noche. Silencio & promesa.

Siempre a esta hora, siempre minutos antes de que el agobiante azul sea por fin negro profundo.

Sé lo que viene, conozco de memoria el frio que acompaña las siguientes horas y sin embargo las espero como esperaba que se apaguen todas las voces para poder pensar.

Hasta los 10 yo casi no conocía la noche (no la había visto de frente), había aprendido a cerrar los ojos antes de las ocho (azul oscuro) y a no abrirlos hasta minutos antes del grito de mamá (fuego) No dormía si no resolvía mi día entre el techo y mi almohada y a veces no resolvía nada hasta que escuchaba sus pasos en la madera que rodeaba mi cama.

Yo siempre estaba despierta. Siempre. El único que sabía mi secreto era papá, el entraba en la mitad exacta de mi encierro y me daba un beso, después se iba y antes de cerrar la puerta me decía "la noche es negra, ratona, no te pierdes nada". Yo no respondía, pero pensaba -... y las estrellas papá?-

Hoy espero la noche, pero sobre todo espero el silencio que nos promete, aunque jamás cumpla. Espero el frío aterrador que cuando pasa se transforma en paz.

Espero llegar y encontrarte y decirte (aunque tu sí duermas) que te amo como a nadie y que nada me hace tan feliz como encontrarte tan cerca de mi.




2 comentarios:

Zagal dijo...

Y después yo soy romántico... 😂😃

Anónimo dijo...

Te amo, Vero.