martes, febrero 06, 2018

De este lado del río.

Acabo de descubrir la diferencia real entre mi vida con sol y mi vida sin el, sin un solo rastro de su presencia. Cuando el cielo es por fin negro. Aunque jodan las estrellas y a veces la luna.

Ahora noche, estoy con ellas, pero yo estoy desde afuera,  detrás de una línea imaginaria que ellas no imaginan. A esta hora, no hay afectos que puedan vincularme con nadie.

(Me incomoda la gente con actitud atareada. Su urgencia por apagar la luz como si fuera el sol).

Lo malo es que detrás de la línea estoy sola, lo malo es que detras de la línea todo es silencio. Entonces todo lo que viene del otro lado, es multitud y es ruido. Cualquier abismo aquí, es el abismo más profundo. La cosa es no pensar en eso.

Pero pienso todo con más intensidad. Siento el viento frío y mentolado en mi cerebro. Puedo si quiero escuchar mi sangre moviéndose en mi cuerpo, puedo imaginar esos ríos. Puedo nadar en ellos.

Puedo escuchar la lluvia (entre todas las voces), pero no puedo encontrarte (y estás sentada al lado)

2 comentarios:

Zagal dijo...

El cuarto más silencioso del mundo es capaz de hacerte oír tu propia sangre

Vero Mendizabal dijo...

Yo recuerdo un cuarto en el que podía escuchar como se quemaba el papel de mis cigarros. Esos silencios son aterradores. Para mi.