De pronto entiendo el origen de todo. Puedo mirar el principio, y entiendo bien que la idea era amarme, compararme con una estrella, cuidarme y no dejar que jamás jamás nadie me haga daño.
Nadie puede hacerte daño excepto yo, lo repetias como un mantra
Esa es pues la idea cuando nace un hijo de ti, debes amarlo con tus células, debe convertirse en la razón de tus latidos, así no más es.
Va a ser un año desde ese día extraño en que abrí la puerta y había una vida que no era la mía, una vida donde no estabas tu.
Pero las cosas tomaron un rumbo distinto. Me odiaste por ser mujer, -igual que tu mamá te odió a ti por la misma razón-. Me odiaste por no dejarte en paz, por no dormir como un bebé normal. Intenté tanto. Pusiste tu mano en mi cabeza, me pasaste tu angustia, tu miedo, tu rabia, dejaste en mi cabeza la idea absurda de que yo debo esperar por si el otro vuelve. como si yo no valiera nada, ni un peso.
Va a ser un año y te he esperado todos los días. He soñado con tu voz quebrada pidiéndome volver a la casa. Un año.
Te reiste con tanta fuerza ese día que yo nunca más me atreví a bailar, ni sola ni acompañada.
Encontré un vídeo en el que estoy bailando contigo en nuestra creación más hermosa, nuestra rayuela. Yo creo que esa es la única vez que he bailado contigo, mi amor.
Apagaste mi voz cantando más fuerte que yo mientras tú mirada me decía que no, que no me atreva.
Contigo he ido cantando por los caminos, cantando contigo, desafinadas y felices. No sabes cuántas veces he recordado esos momentos en este último año. Cómo va a ser un año ya .
Me condenaste a la vergüenza, de existir, de amar, de cuidar, de abrazar, de ser feliz.
Y a ti amor, te he amado, con todo mi ser, he amado existir a tu lado, he amado amarte, cuidarte, abrazarte y he sido profundamente feliz contigo.
Mi cuerpo creció con tus condiciones. No me dejaste sentir un beso, me alejaste de tus abrazos, me prohibiste el placer (yo no quería ser una puta)
Tu, amor mío, lo cambiaste todo con un beso, me dejaste dormir abrazada de ti, siempre desperté con tu sonrisa, todos los días .El mundo se volvió un lugar seguro, porque casi nunca soltaste mi mano.
Más tarde entendí que nunca fuiste tú, que no existió en tu alma la decisión de odiarme, de avergonzarme, de obligarme a habitar una pequeña esquina, lejos de ti. Entendí que ninguna mujer de 18 años es capaz de eso, y que ninguna mujer de 18 años tiene la fuerza para ir en contra de eso.
Aprendimos juntas a mirar las cosas de distintos lugares, a alejarnos de los juicios, a ser más compasivas. Aprendimos tu y yo que todos hacemos apenas lo que podemos.
Me enamoré de una mujer y decidiste odiarnos, pero con esa mujer aprendí a desobedecer tu mandato y decidí ser una mamá amorosa, enamorada de mis estrellas, abrazadora, presente y paciente, así como me enseñó ella.
Cambiaste el rumbo de mi vida, pero un año, mi amor, un año.
Ya no voy a seguir esperándote.
(Pero te he esperado un año)