Va más allá de ella.
La memoria la atraviesa.
Como atravesó a su madre.
Y antes, a su abuela.
Una gota de leche con sabor a miel.
Cargada de un secreto antiguo.
Venida desde el principio de todo.
La miro.
Siento compasión.
Un amor profundo.
Gratitud.
Sin juicio.
Tenía apenas 18 años.
No quería ser mamá.
Apenas 18.
Ahora lo sé.
Hiciste lo que pudiste.
Con lo que tenías.
Y fue suficiente.
Madre.
Mamá.