viernes, marzo 28, 2025

La paloma

Yo siempre decía lo mismo que dicen todos, que la palomas son unas ratas voladoras, también decía que eran espías. Cuando empecé a fotografiar pájaros, un día vi la transparencia de las alas de una paloma y desde entonces las busco en todas partes. Tengo cientos de fotos da palomas.

Primero aprendí a escuchar un silbido, el de la que amaba en ese tiempo, así aprendí a escuchar los otros silbidos, después aprendí a identificar que silbido era de qué pájaro. 

Pero nunca se me ocurrió que yo podía tener una amiga paloma, hasta que tuve. 

Nuestra amistad fue corta, muy amplia, muy corta. Muy profunda. Hace semanas que venía a verme, se subía a mi mano, obedecia mis cariñosas ordenes. Se subía a mi rodilla y me miraba de frente.

Me fui a cocha el lunes y ayer volví a Rayuela, a las. 9:30, mi paloma estaba charlando conmigo en la banquita. Después entré, salí, volví a entrar y volví a salir, mi paloma estaba al frente, volviendo de la tienda, pero venía caminando, la llamé , me escuchó y apuró su paso, pero seguía caminando, como si hubiera olvidado que tenia alas. Llegó a la.esquina y bajó de la acera, CAMINANDO.. Yo mientas  le decía a, volá, vení volando, ella siguió caminando, pasó un minibus y cuando volví a verla estaba toda aplastada en el pavimento.

Me quedan 5.plumas. 


martes, diciembre 17, 2024

Rayuela

Rayuela Café Arte: Una guarida para el alma

Hay lugares que se construyen con ladrillos, otros se levantan con sueños. Rayuela Café Arte es de los segundos. Nació de la necesidad de crear un espacio donde amigos distintos pudieran encontrarse, porque la amistad verdadera es eso: un vínculo que trasciende diferencias, que se celebra entre café, arte y complicidad.

Aquí, el tiempo parece detenerse. Rayuela es una guarida, un refugio donde todo está bien, donde el aroma del café boliviano recién hecho se mezcla con la música que nos pertenece: sonidos de autores nacionales que resuenan como una conversación íntima con el país mismo. Cada nota, cada melodía, le da voz a las historias que habitamos.

Las paredes de Rayuela están vivas. Son testigos de encuentros, sueños compartidos y silencios cómodos. Porque Rayuela no solo se visita: se habita. Es ese rincón donde el caos de afuera se queda en la puerta y donde el arte, en todas sus formas, nos recuerda que aún hay belleza en el mundo.

Si alguna vez buscas un lugar donde ser tú mismo, donde sentirte parte de algo más grande que el día a día, Rayuela Café Arte te espera. Porque aquí, todo está bien.


sábado, diciembre 14, 2024

Desapareciendo

A ratos pareciera que se me están acabando las palabras, o la forma de decirlas o la urgencia por decir algo.

Qué más puedo decir, nada de lo que he escrito me ha devuelto la vida que empecé y terminé un lunes cualquiera. No tan cualquiera, ese lunes yo le conté todo a ella, parecía feliz, no ha debido estar.

Es como nacer otra vez.

 Pero que maravilla!

Puedes verlo, es una experiencia visual. 

Qué hermosura lo que me cuentas!

No ha debido estar feliz. Se fue al día siguiente.

Los primeros días no podía dejar de escribir, me salían palabras por todos lados, sobre todo preguntas, Nunca respuestas. Preguntas para ella, que nunca se las dije a ella, las dejé escritas aquí.

Por qué así?

Por qué ahora?

Casi 10 años después?

Por qué no me di cuenta?

Me di cuenta después, ese mismo día en la tarde no solo no se alegró al verme, estaba emputada y yo me quede ahí, inmóvil, muda, de donde venía tanto enojo? Seguí con el día. 

Me di cuenta más tarde, cuando recordé ese beso de 6 segundos que no quiso darme. 

Me di cuenta otro día, cuando recordé el día de la puerta, el día que el estallido de la puerta me salvo de las cosas más difíciles que había escuchado de mi. 

Me di cuenta tarde, cuando recordé esas reacciones tan gigantes a nada, no dependía de nada, ahora lo sé , la rabia se había instalado y yo ya no tenía nada que ver. 

Y como hacemos? Te vas a dormir al otro cuarto? 

No, ya me he ido a un hotel, ya he sacado mis cosas 

Qué? Cuando? 

Hace rato, en la tarde, mientras vos planeabas el viaje

Por qué así? 

Ya no soportaba nada, los días se le habían hecho insoportables, y yo ahí, parada al frente, mirándola siempre tan enamorada, no me di cuenta. 

No podía pedirle que se quede, aunque seguro no se hubiera quedado, ese día recién entendí  lo harta que estaba. 

No ha pasado un día sin que hablemos al menos una vez al día. Nos vemos, vamos a conciertos, al teatro, a cenar, a almorzar. Me mira y sonríe, yo la miro y sonríe toda mi alma. Aunque un día me llevo a escoger el sillón para su nueva casa... Una casa que yo no voy a conocer, para que se siente la roomie ordinaria esa.  Ese día fue el más difícil despues del primero.  Ojalá no hubiera pasado. 

Tienes que alejarte Vero, contacto cero, be unreacheble, Vero, vas a sufrír más, así es más difícil Vero, no digas en voz alta que la amas, no le digas que la extrañas, Vero. No le regales flores, ni dibujos, ni cuadros, ni plantas, Vero. Sal. De ahí , vero, sal de ahí. 

No puedo, intento convencerme a mi misma, pero a mi misma no puedo mentirme, no puedo decirle que no, no quiero, si ella quiere verme el  Viernes, por ejemplo, yo digo que si, ya tengo la semana dibujada, lo que pase hasta el viernes solo es sobrevivir, facil. Aunque esta vez no hemos quedado en vernos, le he dado sus plantas, me ha dado la lámpara, se ha llevado todo, ahora si no queda mada. Seguro así será como se mete la distancia entre nosotras, quién iba a pensarlo, cómo podría haberlo imaginado yo. 

Los días siguen pasando, van desapareciendo las primeras veces, el primer cumpleaños del hijo, el primer viernes, el primer cumpleaños de ella, el primer domingo, los primeros nachos con queso, el primer café, la primera vez que cambio las sábanas. Va desapareciendo todo, las navidades, los años nuevos, los carnavales, va desapareciendo el segundo nieto, el tercero, la casa y el árbol y la hamaca y el café que nunca serán, porque van desapareciendo antes de existir siquiera.

10 años, van desapareciendo. 


martes, diciembre 03, 2024

Vivir en cero

Dejó todo.

Hace años que no me resfriaba. Ni así ni de otra manera. 

Dejó su gato, dejó al perro, dejó al hijo, dejó el sueño, dejó el compromiso. Dejó el aniversario. 

Dejó el vacío. 

Dejó el hueco.

Toso y siento todo, mi espalda, mi pecho, la desesperanza. 

Dejó todo pero de una manera bonita, sin gritos, sin enojos, sin lugar a reclamos.

Dejó todo y me dejó sin herramientas, me dejó con todos los problemas, me dejó sin razones, ni para enjoarme ni para dejar de amarla. 

Casi no duermo en las noches, me despierta la tos, me mantiene despierta la angustia 

Igual que el. 

Resultaron siendo lo mismo. Uno peor que el otro en ciertos momentos, uno mejor que otro en otros momentos.

Esa vez me dio neunonia, pasé un mes intentando que mi cuerpo no se muera. 

Me habla todos los días, dice que siempre vamos a estar cerca, dice que siempre va a estar para mi, nos vemos cada vez que ella quiere, casi nunca cuando quiero yo.

Me dieron de alta un domingo por la tarde, con el sol radiante, ajeno el sol  a la oscuridad de mi alma. 

Ojalá me dejara verla los domingos, a veces si me deja , otras veces elige a una amiga. Ojalá me dejara verla cuando necesito respirar.

Me duele la cabeza, seguro  por el resfrío, no recuerdo bien los síntomas, hace mucho que no me resfriaba, ni así, ni de otra manera. 


Olor a gas

Me atraviesan los pensamientos más oscuros, los más temibles, los inimaginables.

El perro se mea en la sala a pesar de todos mis esfuerzos y de todas las palizas.

Su gato grita, nunca sé que quiere. 

Mi hijo llora desesperado, no consigue el aire mínimo para dejar de llorar. 

Mi papá se acerca por su propios medios al alivio que nos promete la muerte. 

Ha desaparecido mi vida, atrás no hay nada, adelante, solo bruma y hoy, hoy me atraviesan los pensamientos más oscuros, los más temibles, los inimaginables. 



lunes, diciembre 02, 2024

El último aliento de un perro

Ayer vi morir a un perro, era un cachorro que corría desaforado jugando con sus amigos perros adultos y de pronto lo pisó un taxi.

Me baje del auto, me paré cerca de el para ver si podía ayudarlo, pero no, unos segundos después, lloró y dio su último respiro, ahí, tan cerca de mi. 

Anoche vi como la vida se va, un segundo la emoción no te deja medir el peligro, al segundo siguiente lo único que te queda es un último respiro.

Volvi al auto y pensé en mis hijos, pensé en mi amor, en mis hermanos, en mis amigos.

La vida es apenas un destello. 



Siempre fue el mar

Mi vida se ha transformado en algo súper raro, no reconozco los días, mi casa,  Rayuela, todo es ajeno, hasta yo misma, mis formas de dejarme hacer cosas, veo la crueldad del egoísmo y no me muevo, estoy inmóvil en algo que verdaderamente no entiendo. 

Siento cosas que no había sentido nunca, me hago demasiadas preguntas que sé que no tienen respuesta.

Ella se fue, ella decidió todo sola, yo no sabia ni quisiera que ella estaba sacando sus cosas de nuestra casa. Habían señales, claro, cuando pasó todo recién pude verlas, que rabia la que tenia ella, cuánto resentimiento por un tiempo que ya no existe... 

Primero he juntado todas sus fotos en una carpeta, todas, se las he pasado todas y las he borrado de mi teléfono, he borrado las fotos de su papá, de sus hermanas, de sus hijos y de su nieto. Cada vez que las encuentro, me invade una tristeza que no puedo manejar, entonces, mejor dejo de mirar. 

Estoy aprendiendo a dormir en toda la cama, me gusta fumar sin molestar a nadie, a veces me duermo con las luces y la tele encendidas, a veces con todo apagado. He puesto plantas en todas partes. Me despierto temprano y me levanto inmediatamente para no extrañar sus besos

Me ha sorprendido mucho la sensación física de la angustia. Como cuando caes en un hueco profundo, pero todo pasa por dentro y de pronto entiendes que el alivio esta en el mar.

Siempre fue el mar, la salida. 


viernes, noviembre 15, 2024

El rayo

"Creo que todos tenemos un poco de esa hermosa locura que nos hace destruir algo para hacerlo más grande."

A ratos siento angustia, como cuando te enfrentas a lo irremediable. Intento buscar las razones y me doy cuenta que no existe ninguna. Y entonces entiendo que me da miedo el futuro que ya no está, lo tenía dibujado en un mapa que había construido con los años y de pronto ha desaparecido y se han borrado todas las líneas de mi mapa. No logro visualizar nada adelante y claro, si no miras adelante a donde más puedes mirar?

"Como si se pudiera elegir en el amor. Como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio…"

Ayer ha venido un amigo bien querido, El Lucian que hace tejidos, Lucian del silencio. Con su kusillo y su rueca en su mochila. 

Me ha contado que una vez, en una tormenta, él estaba durmiendo en su  cama, en su pueblo, y mientras adivinaba donde caian los rayos, ha caído uno ahicitos, primero vio la luz brillante y después, la energía lo ha atravesado, ha entrado por sus pies y ha salido por su cabeza, el dice que el rayo lo ha tocado y cuando me ha contado cómo ha sentido eso físicamente, he entendido esa sensación que no lograba explicar cuando hace poco más de un mes, se fue mi compañera, el golpe más grande para mí fue la destrucción de mi futuro inmediato, de mi futuro a largo plazo, de todo mi futuro, muy de golpe, igual que si un rayo hubiera pasado a través de mí. Solo podía ver el brillo de la luz en mis ojos y nada más.

"Enamorarse es como un acto sin cálculo, como tirarse de un edificio. Uno sabe que se va a matar, pero igual se tira, confiando en que en la caída se olvidará de la gravedad."

Digo enamorarse porque la construcción de ese futuro ha sido porque me he enamorado. Y a partir de ese momento todo ha cambiado, el día que me enamore, desapareció inmediatamente la imposibilidad qué tenía de mirar adelante, nunca pude dibujar un futuro, pero en poco tiempo, ella y yo construimos una vida hermosa y se dibujó ante mi el futuro más hermoso, entre árboles, cafés y hamacas. 

Por eso enamorarse, porque solo enamorada podía  construir con ella ese futuro tan lindo, tan a largo plazo, ha sido sólo porque me he enamorado. Y ahora sé que el amor, te parte de la misma manera que el desamor, es exactamente lo mismo. La diferencia es que en uno tienes esperanza y en el otro tienes la certeza más bien de lo opuesto. 


martes, octubre 29, 2024

Tiempo y silencio

Pensé que podía, pero no puedo.

No puedo estar cerca, no, no ahora al menos. 

Siempre quiero estar cerca, pero no puedo, me congelo, escucho como respiro, no quiero hacer nada mal, no quiero equivocarme en nada. Escucho mi sangre que pasa como un río y me atraviesa. No quiero llorar, pero igual lloro. Siento el rio caliente en mi cara, en mi cuello, un río de lava. No quiero que se vaya, no sé como despedirme, no sé si la abrazo, si le doy un beso, se da la vuelta, se va, y así, así mismo es cómo tiembla un alma, es verdaderamente escalofriante. 

Yo tampoco entiendo, pero no puedo. 

No hay manera... 

Esa vez no pude enojarme, no fui capaz de la rabia, por suerte, porque venía saliendo del proceso más lindo, a veces bailaba.  Ya no recuerdo la rabia. Por suerte. Tampoco como se baila. 

Qué difícil ha debido ser. Tanto miedo. Tanto silencio. Tanto amor. Tanta rabia. Qué  difícil tantas cosas en silencio. 

Mirar de lejos, desde afuera. De lejos. Desde afuera. Desde el primer dia. Sobre todo desde afuera. Era un muro enorme que terminó siendo indestructible. Terminó cayendo  encima de nosotras. No pude entrar ni pude frenaro ni pude salvarnos. 

No te perdona que seas mujer. 

Quizás me faltó silencio. 

Nuestras cosas, las cosas que hemos ido tantas veces felices a comprar.  Nuestra vida. Como lo que deja el huracán silencioso y frio.  Todo partido en dos. No necesito nada.  Se está partiendo mi vida en dos. No quiero mirar. Has probado cerrando los ojos? Los tengo cerrados. 

El último ahorro lo dividimos y no compramos nada. Pero no fue esa vez que empezamos a separar las cosas, fue esa vez, fue ese viaje, fue antes, fue en una graduación, no, fue en la otra, iba a ser en otra vacación. En una navidad. En nuestro aniversario. 

Solo nos quedaba juntas la noche y los besos todas las mañanas.

La confusión es agotadora. Es tuyo. Es mio. Es nuestro. Tu mesa. Mi sillón. Y el hijo menor? Y el gato? Y el perro? Y el nieto? Y el hijo mayor? Vamos a partirlos en dos? No entiendo. No logro visualizar nada. No entiendo. 

Lo que era nuestro. Lo que hicimos nuestro... No queda nada. 

El viento me envuelve y se mete dentro de mi, abro mis ojos, solo veo tierra y hojas. El viento en mi oídos. El viento en mis manos. El viento en mi alma. A ratos olvido que puedo respirar



viernes, octubre 18, 2024

Los árboles

Es raro, es mucho más que raro, todo es realmente frío y gris, no hay ningún punto intermedio.

Es irreal, absurdo, no es posible.

De pronto me invade una paz anormal, desconocida, mi cuerpo no la recibe tranquilo, se resiste, tiembla, el aire desaparece, no es real, no es normal, solo intenta prepararme para el siguiente abismo, ya sé cómo funciona, y mientras esa paz extraña me invade, solo pienso en el momento exacto en que se termina... rápido, violento, no hay forma de frenar, caes, caes, dejas de escuchar todas las voces, todas las bocinas, amigos, historias que hoy no quiero escuchar, no quiero escuchar nada ni a nadie, no quiero hablar, no quiero explicarles como se siente este abismo intermintente, desaforado, violento, para qué, para volver a esa paz absurda, sin motivo.

A donde voy?  Qué camino elijo? 

No me muevo ni un milímetro, no ando de una relación a otra, tengo una base, hemos construido una base, me equivoco, me esfuerzo la cago, hago magia, la vuelvo a cagar, pero construyo, construimos, armamos nuestras vidas, negociamos, discutimos, coincidimos, vivimos, vamos construyendo. Se enamoran nuestros hijos, empiezan sus vidas, traen niños para que nosotras los amemos, crecen, se van, vuelven. Viven, vivimos. Permanezco inmóvil, mirando lo que ya no será, inmóvil para no quebrarme. 

Nuestros hijos para siempre. 

Nuestros nietos para siempre

Nada desaparece pero esta todo detrás de algo, inalcanzable, borroso, como algo que se prepara para desaparecer, olvido regar las plantas, no se pueden morir ellas ahora, no puedo regalas. Inalcanzable, sobre todo mañana, sobre todo más adelante, cuando los años pasen y no podamos charlar con esos niños  y cuidarlos y asegurarnos de que nunca sufran, que nunca sufran nuestros niños. Tenemos que encargarnos de decirles a nuestros hijos que nuestros nietos no pueden sufrir, nunca, no de miedo, no de hambre ni de frio, no de inseguridad, tenemos que decirles a nuestros hijos, desde nuestro triunfo, desde nuestro compromiso, desde esto que hemos hecho tu  y yo.

Todo borroso, como lo que se prepara para desaparecer. No vamos a decir nada, no vamos  a tener charlas, no vamos  a poder evitarles  a nuestros nietos el sufrimiento de la vida. Porque no tenemos nietos más que uno, porque los que lleguen no nos van a conocer juntas, amandonos, construyendo una vida para ellos. Porque para esos que lleguen, nosotras no existimos como nosotras. 

Mis sentidos se apagan, se pausan, mis ojos no quieren ver cosas bellas, mis oídos no escuchan canciones ni historias ni cuentos ni promesas ni alientos ni suspiros ni nada, no escuchan nada, Todo lo que escucho, lo escucho dentro de mi, escucho el viento dentro de mi, siento el frío del viento y me hielo por dentro. Todo pasa dentro de mi. 

Por qué así? 

Como la muerte inoportuna que te encuentra cuando cruzas la puerta de tu casa para salir a vivir, como la muerte que te mete un tiro en el pecho y te deja morir ahí, entre esos árboles qué son del cielo, solo, debajo de esos árboles para los que ni tu ni tu muerte son relevantes, así, de golpe, sin aviso, sin tiempo, sin razones, solo porque si, porque las balas perdidas son así. Matan aunque sean un error, en un segundo desaparece todo, tu café de la mañana, tu esperar que salga la luna, los besos de todas las mañanas, la casa, la casa con jardines llenos de arboles y de flores. Desaparece la hamaca donde escribirás para siempre los cuentos más hermosos, y la silla debajo del árbol donde siempre habrá un café recién hecho. 

Desaparece todo y las nubes que pasan ni siquiera cambian su rumbo, el viento sigue soplando entre las hojas que caen encima de ti y entierran tu cuerpo o lo que queda de él. 

El olvido. 

Por qué así? 



* Los arboles - Claudia Peña -. Pequeños fragmentos de un cuento que le puso palabras a lo irreversible.