jueves, julio 09, 2009

Yo mañana no vengo a tomar el té.

Y una vez más y como en la cueca que no hay primera sin segunda, conmigo la siguiente vez siempre es una certeza… y una vez más pasa, y siempre que pasa, pasa en la cocina, en la mesa redonda que siempre parece coja, a la hora del té… a la hora en la que a esa mesa le sale gente hasta por las orejas y las voces parecen una sola masa de ruido.

Yo, como siempre a la mesa del té, llego tarde, tan tarde como pueda llegar… justo un minuto antes de que el agua del termo haya perdido la temperatura necesaria para un café más o menos decente. Me ven llegar y empiezan a hablar de los huracanes, como si no supiera yo que eso les importa tanto como el siguiente ataque de las palomas… entonces es madre en el cel de  papá, el sale corriendo de la cocina porque él piensa que a once pasos de la mesa yo ya no lo escucho…

- Ha vuelto al principio de todo, al fondo de todo a veces, arriba de todo otras… se fue de la línea y no piensa volver

-  bla, bla, bla… (no sé lo que dice ella, no tengo súper poderes auditivos)

- Clavada en las nubes, como si no existiera nada más que eso.

Y empieza el concierto de celulares, suenan todos menos el mío, se llena el ambiente de esas cumbias y bachatas y otros sonidos para anunciar las llamadas

- “Está bien, no te preocupes, va a estar bien, si, ojalá que esté bien”

Y cuando el silencio por fin gana espacio y apaga todas esas voces chillonas me miran todos con cara de profesores del cole, esperando de mí respuestas que no tengo y que hoy no tengo ganas de inventar… entonces me piden que ponga atención.

Pero , de que pueden querer hablar conmigo estas personas? No es evidente el muro de concreto que hoy me separa de ellos? No me interesan los caminos lineales que me proponen, ni las gafas oscuras para evitar distraerme con los cielos de mi nueva ciudad, no me interesa ser parte de la directiva de gente grande que soluciona todo con ese control remoto diminuto que llevan incrustado en el cerebro. Así todo está bien, vivir entre el cielo y el centro de la tierra, a veces, es agotador y uno nunca sabe en que terminan tantas caídas, pero está bien.

Disfruto de la incertidumbre de mis siguientes pasos… los puntos en los que me muevo los añoro como un paraíso lejano

Prefiero mis abismos, porque entre la mundanidad de estas líneas sólo logro confundir todo, me va peor cuando me doy cuenta de los errores permanentes de creer en personas que si bien funcionan bien en su mundo, en el mío solo apagan las luces, rompen sin control mis muros, escriben reglas en cuadernos detestables cuadriculados… dan grandes discursos con palabras y frases que no entienden y que aseguran dominar… dañan mis espejos limpios con su arrogancia y ridículo orgullo… empañan mi reflejo y después se ríen de mi, les parece normal admirarse entre ellos cuando encuentran su imagen en vitrinas sucias …no me interesa, no me interesa poblar este espacio tan lleno de paz, tan lleno de silencios, de libros, de nubes, de viajes químicos y de emociones descomunales, no… no me equivoqué cuando dije que no tenía vacantes.

Quédense afuera… desde ahí me ven mejor, mantendré limpias las ventanas y tendré siempre cargado el celular, pero ya no toquen mi puerta… no hay quien abra.

No me saquen de la guarida segura, no me salvan de nada, no entiendo lo que me dicen sus manuales , nunca entiendo que es lo que traman, me siento extraña en sus abrazos… siento que ahí afuera siempre tengo que medir mis pasos. No abran mi puerta de golpe, no invadan mis diminutos espacios…

Y la sirena de una ambulancia detiene la espera de las respuestas que no he logrado fabricar… me miran desconcertados, buscan entre ellos una explicación… aplastan el cigarro en el plato amarillo de esa tacita de té y todos vuelven a sus posiciones iniciales… todos retornan al espacio asignado en las vitrinas de estas calles. Saben que por hoy han cumplido con su parte.

Yo mañana no vengo a tomar el té.

4 comentarios:

Rafu dijo...

Yo también traigo las puertas cerradas, y veo con horror, que el mundo me cerca, me acosa y me innunda a veces colandose como neblina por mi puerta. Tal vez por esto, tengo o tenemos esta ventanita del internet, cómo para que salga el aire. Y quizás, un día, sentir verdaderas ganas de tomar el té.

A los padres hay que comprenderlos, pobres ;)

Mafalda dijo...

...

Vero:

No son ellos, es el momento que está en ti. Y si ese momento se multiplica y se vuelve eterno, es seguro que no volerás a tomarte el té con ellos.

Entonces hay que manejar el momento, sin ayuda de nadie, porque mi Vero, en eso, no hay ser humano que pueda hacer algo por nosotros.

Hay ocasiones en que la gente que nos rodea y nos ama, llegan a sentirse confundidos, creen que sufrimos por gusto. "Manda ya esa tristeza a la chingada, y búscate a otro wey", me dijeron a mí un día. Jejeje, ¡facil para el que no está en la voragine!.

¡Nel! no lo es. Pero mientras más insistas en sacarte y curarte, y sufras por eso, más te tardarás.

Has decidido gritar en este espacio. Llorar en letras.
Hazlo, llora y grita todo lo que quieras. Pero haya, afuera, en la vida diaria, donde se vive, se suda , se trabaja; tambien tienes que buscar la manera de llorar y gritar, de sacarle provecho a la repetición de ideas, a la tristeza, a la melancolía, a la rabia; para que no te sumerjan y te conviertan en eso...en una isla.

Hay que lograr ser un solitario sin estar solo...y mucho menos sentirse solo. Aprender a disfrutarse en la compañía y en la maravillosa soledad.

Te envío un saludo.
Sé que no es fácil, lo que sí te digo, es que no es imposible. Estoy segura que lo lograrás.

Un saludete.

Mafalda

lucian de silenttio dijo...

desde un pasado tan cercano como lejano la saludo mi señora

Vero Mendizabal dijo...

Rafu... hay quienes nacemos sin una protección natural y necesitamos construir muros para sobrevivir. Esta ventana es mi refugio... la verdad es que prefiero sentarme sola con mis libros y mis cuadernos en los cafés donde ya es normal la gente sola.

Mafalda querida... es verdad, los que no la viven creen que no le ponemos ganas, que somos flojos y que no luchamos lo suficiente, piensas que la respuesta está en poner una persona en el lugar de otro. Así me siento bien amiga, mis lienzos reciben mis sensaciones, mis cuadernos describen mis miedos, mis fotos inmortalizan mis más grandes emociones y aqui encuentro más que un refugio, aqui los encuentro a ustedes
Todo esta bien amiga... dejé de escucharlos, dejé de sentarme en esa mesa cargada de gente y tan carente de risas

T-bone... saludos para ti tambien