martes, julio 07, 2009

Uso indiscriminado de secretos en nombre de nada


Todos se quedaron mirando por la ventana la misma luz, la luz brillante que emanaba de sus ojos y que a ella misma la encandilaba… a veces daba la impresión de que su mirada no iba a ninguna parte, se perdía siempre en todos los principios, como si fuera un problema de alcance visual. Pero ella tenía la mirada exactamente donde la quería, ella solamente quería encontrar huellas en ese jardín inmenso, desde la tarde en que llegó y despertó entre esas paredes amarillentas, ella solo buscaba huellas, partículas, rastros de cuerpos que afirmen que sus pasos y hasta su existencia eran mucho más que una ilusión… que un truco o que un sueño.
Insistía en su búsqueda… contenida su alma y sus temores por suerte en esas paredes que además de contener-la la abrazaban y la protegían todas las veces que el jardín permanecía intacto sin una señal de vida reciente. Nada, ni un solo pasto aplastado por un zapato o por la pata de un conejo, ni un solo granito de tierra fuera de lugar.
Como es que llegó hasta ahí???? La pregunta iba tomando fuerza y retumbaba en su cabeza la respuesta absurda “no llegaste, siempre estuviste” y entonces… quienes eran ellos???? Quieres eran estos seres que se asustaban hasta el temblor de tanta y tan blanca luz??? Eran distintos, pero eran más, muchísimos más, más grandes todos ellos, más fuertes que ella. Pero ellos afuera mirándola siempre confundidos por la ventana. Entonces el silencio manda en todas sus preguntas y ella con la nariz repleta de aire cristalizado. Con el aliento casi inexistente, sus pasos que dejan luz y nunca huellas y esas voces… las voces de ellos tan difusas, tan ruido, tan nada. Debe moverse…Y de pronto decide moverse, ir en busca de lo que dice ella que vino a buscar, pero algo es distinto ahora que el aire toca su piel, los latidos de su corazón se transforman en tambores furiosos, siente la sangre correr como un rio a punto del desborde, todo, todo en ella va a mil… las luces del camino solo se ven como líneas en movimiento, está feliz por el aire que golpea su cara y todo su cuerpo… hasta que(como siempre pasa afuera de las guaridas), alguien que pasaba cerca detiene su vuelo y sin razones… solo porque ahí afuera volar no está bien visto… solo porque este ser arrogante no sabe nada de vuelos.
Y ella no va a volver a volar, estos seres grandes y tan absurdamente fuertes se han reído de ella, han destruido sus alas, se los ve tan orgullos cuando levantan las banderas de tan ridícula victoria…
Mientras todavía respires, vuelve a tus refugios mujer… no esperes llevar contigo las intimidades que regalaste en forma de grandes secretos. Vuelve a los refugios donde las risas no vengan disfrazadas, donde si sabes que hieres almas… entonces solamente callas
Vuelve a que esos muros contengan esta vida en eterno vuelo hoy tan devastada.

1 comentario:

Mafalda dijo...

...

Tuve que ir a recordar.
Te leí poco, de pronto dejaste abandonada la choza.


Vero, que bien que regresas a escribir.

Yo he tenido altas y bajas, pero persisto en este espacio.

Lei mis comentarios y me entró la basurita de la nostalgia al mirar los comentarios de alguien por el que te empece a leer a ti. Aún lo tienes linkeado, aunque el blog de él está pasmado en una nota en tres actos con fecha de agosto del 2006.

Es una historia triste como muchas que se han escrito con lágrimas. Es interesante como este medio conecta ideas y recuerdos de tal forma que se quedan flotando en la electrónica elemental de una computadora.

¿Cómo diste conmigo?
El blog donde dejaste comentario es un blog secundario, el que tú conociste ahora tiene esta dirección:

http//:casapintadaconte.blogspot.com

Es el que se llamaba "Fuera de la imaginación", ¿recuerdas?

He sobrevivido a la tristeza, ahora hay que sobrevivir a la soledad, no sé cuál es más corrosiva.

También escribo en un blog colectivo que ha resultado agradable, ahí participo con narrativa una vez al mes, también te invito a leernos:

http://escribidoresyliteraturos.blogspot.com/

Me alegra que andes de nuevo por estos rumbos...

Nos leemos.

Mafalda