jueves, agosto 11, 2005

Cuéntales que estoy aqui


Mirar las cosas con más atención es seguramente la meta de muchos… pasar caminando por la puerta de un hospital tendría que detenernos aunque sea por un segundo a pensar que en los que estan detrás de esas paredes… a mi me ha pasado… hace poco más de dos años yo vivía a unas cuadras del Hospital General de mi ciudad y por supuesto… estaba en mi camino y pasé por ahí cientos de veces… pero confieso que jamás me detuve a pensar en lo que pasaba adentro… hasta que me tocó estar del otro lado… y del lado más frágil tal vez, me tocó ser parte (como mamá) del pabellón pediátrico de cirugía… un lugar repleto de niños en recuperación o esperando cirugías… también un lugar con niños dados de alta pero abandonados.

Él se llama Paulino, tiene 8 años y habla muy poco español… cuando le dices “como estas?” el responde Wallejlla… esta ahí hace más de un mes, tiene ya una cirugía en la pierna y es probable que lo operen otra vez… quien sabe. Se levanta temprano para “ganarse” la única sillada ruedas de su tamaño, porque de otra forma se pasa el día cayéndose de las muletas que todavía le resultan complicadas… y como no quiere ser candidato a una cirugía de nariz se pierde la novela de las nueve de la noche y se va a dormir temprano…

Al lado de la cama que le dieron tiene un velador, en el cajón tiene un mundo de cosas, desde autitos, pelotas, botellas vacías… hasta mandarinas… tiene su único mundo metido en ese cajón y lo cuida con el alma entera… tiene también, puesta hace dos semanas, sobre el pijama de power ranger, una chamarra guinda… que por los días que lleva puesta esta bastante sucia, pero no se la saca para nada, en las noches la guarda en el cajón y en las mañanas se la vuelve a poner, no existe una enfermera con la fuerza espiritual para quitársela y lavarla… mi Paulino es un luchador… si alguien intenta quitarle la chamarra grita como una bestia… así que es mejor dejarlo así…

Yo lo conocí en un momento complicado en mi vida… un día salí a caminar por los pasillos y ahí estaba el… sentado en la silla de ruedas en la puerta del cuarto de mi bebe… no pude evitar notar en su mirada la necesidad de sol… hace tanto que no lo siente en su piel… y a medida que los días pasaban (pasaron 15 al final) fui entendiendo que a este niño lo abandonaron… a este niño no lo van a ir a visitar nunca, mucho menos lo irán a buscar cuando sea dado de alta… este niño vivirá esperando a su mamá… o a su papá… o a cualquier persona que quiera quererlo, que quiera detener su mirada en el…

y ante esta escena tan cruelmente real me veo obligada a detenerme… y yo me quejo porque no me miran??? Porque se atreven a censurarme??? Pero en que estoy pensando??? Quejándome porque no me miraron cuando yo esperaba ser mirada??? La vida tiene formas muy certeras de encajarnos lecciones… si no aprendemos por las buenas, intenta por las malas… y si aun así no entendemos, pone en nuestras vidas otras vidas que nos ridiculizan con su realidad… y es solo en ese momento que nos detenemos a mirar más allá de nuestras narices… y aprendemos por fin a ser considerados con las vidas ajenas…

Se llama Paulino y tiene solo 8 años… es un niño encantador y si embargo vivirá el resto de sus días “esperando”… porque aparentemente hay gente que nació para esperar.. y habemos otros que tenemos la obligación de llegar a esas vidas y detener su infinita espera…

5 comentarios:

Unknown dijo...

Si...así es, mientras otros ríen, otros nos quejamos de cosas tan simples, hay niños que no pierden la sonrisa ni la esperanza estando jodidos..Gracias por compartirnos estas vivencias...

Vero Mendizabal dijo...

Hola Paul... bueno, parece que asi no más es, no??? ojalá pudieramos hacer algo, pero lo real es que no hacemos nada o hacemos muy poco... no lo suficiente, porque la verdad es que mis visitas dominicales no le van a arreglar la vida a este niñito... sin embargo no esta demás intentar.. intentar hasta que de verdad no nos quede fuerza para nada, hasta el último respiro...

[i] Isabel La Fuente Taborga dijo...

"vivirá esperando a cualquier persona que quiera quererlo"... pobre Paulino, tan solo, tan perdido, tan ajeno a las caricias y las miradas de los demás...
gracias Vero y gracias Mati por mostrarme estas otras vidas... gracias vidas por ridiculizar la mia.. y devolverme la perspectiva del verdadero dolor... de la verdadera soledad...

Roberto Iza Valdés dijo...
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Unknown dijo...
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