viernes, julio 29, 2005

La historia sin fin...

Hoy recordé con esa claridad con la que pocas veces uno recuerda instantes pasados el día en que Matías nació… recuerdo que el instante en que los médicos lo sacaban de mi pensé: “este es el dolor físico más grande que he sentido en mi vida…”, casi 9 meses después volví a pensar igual el momento en que me puse un arete en la nariz… pensé que no volvería a sentir jamás un dolor como ese... y solo unos días después, a mi niño le diagnosticaron meningitis viral... ese día sentí como el mundo entero se caía ante mi... sentí un dolor en el alma tan grande que se hizo físico...pero entendí que en la vida los dolores siempre pueden superarse... siempre puede haber algo peor... entonces decidí dejar de concentrarme en los dolores para poner más atención a las consecuencias...

es cierto que la cesárea fue dolorosa, pero mi hijo fue la más preciosa consecuencia... su primera sonrisa... sus fallidos intentos por sentarse solo, la primera vez que dijo mamá... el despelote que armó en la cocina con su primera comida...los instantes con el son infinitos... cada pequeña cosa que el hace completa mis días...

Y el arete en la nariz... fue un dolor absolutamente físico, pero la consecuencia me gusta, me siento bien, me gusta ver mi reflejo en el espejo... me siento bien y valió la pena...

Hasta el terrible diagnóstico de meningitis... han pasado ya 12 días... mi bebe esta perfectamente bien... ha vuelto a sonreír.. ha aprendido dos palabras nuevas (papá y ahitá) y dice No con la cabeza... Matías se ha recuperado y hoy cada cosa que hace ha cobrado el doble de importancia en mi vida... y lo mejor... he visto a mi niño en su primera etapa de sociabilización... tiene amigos nuevos, niños todos con algún problema de salud... niños que estan ahi porque algo salió mal.. pero niños con las sonrisas más deliciosas que he visto jamás... niños que necesitan ser mirados... niños que han logrado toda mi mirada... y al final de estas casi dos semanas... la consecuencia no ha sido mala... por el contrario... mi niño esta bien y mi vida se ha llenado de otros pequeños... de niños en los que jamás pensé antes... pero niños que siempre han estado en algún lugar...

Y entendí, entendí que el único dolor sin buenas consecuencias es la muerte de quienes amamos... de quienes son las piezas del rompecabezas que forman nuestras vidas... no hay dolor más grande que ese... es mentira que con el tiempo uno asume esa ausencia y la vida vuelve a ser "normal" es mentira... porque cada día que pasa esta más alejado de la última vez que escuchaste la voz de quien se fue... y eso, con el tiempo, solo duele... por eso... por eso es importantísimo amar a quienes amamos y a quienes no amamos con toda nuestra capacidad... aunque nos arriesguemos a someternos a eventuales des-pedidas... aunque algún rato dejenemos de ser "mirados" porque cuando amamos con toda el alma deja de ser importante si nos miran o no y solo importa el saberlos vivos... el saberlos mirando la misma luna que vemos todos cuando decidimos levantar la cabeza y mirar al cielo...

Por eso trovadictos queridos... amen hasta cansarse... amen como si fuera el último día... porque amar de ninguna manera nos debilita... amar nos hace grandes... amar nos hace humanos, nos hace capaces de generar fuerzas de los rincones más escondidos de nuestro ser para seguir amando... y solo así... seguir viviendo.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Recuerdo con tu mensaje, el día que nació mi hijita, luego de un embarazo complicado, su girto de vida fue lo más fuerte que escuche en la vida y el momento más mágico que guardaré por siempre es haber sido el primero en agarrarla al llegar al mundo. Si miras hacia atrás el pasado, aparentemente todo no fue tan grave, pero en ese momento si que la cosa se pone dura. Me alegra saber que en este espacio se puede compartir lo más nuestro, lo más intimo, nuestras vidas y las verdaderas razones de seguir remando en esta vida.
Feliz Dia

Unknown dijo...

El sentido que te dan los hijos moviliza las dos cosas mas importantes, la fe y la esperanza. Como dices, el ser padres es una bendición de la vida que hay que agradecerla sin respiro. Frente a los duros momentos que pasaste, me viene a la mente un pensamiento. Frente a las cosas inexplicables de la vida hay dos caminos la ira y la esperanza. La primera nos lleva a detenernos, la segunda es un motor muy fuerte para actuar y es esta justamente el alimento de la fe

[i] Isabel La Fuente Taborga dijo...

y es que el dolor nos hace grandes porque nos ayuda a crecer, a sentirnos vivos, a mirar la vida con otra perspectiva, con la idea de lo que se acaba, con la seguridad de estar de paso, de que somos humanos y venimos con fecha de caducidad y el dolor nos devuelve la conciencia de esa humanidad, de esa flaqueza, de esa debilidad... te imaginas si en la vida no hubieran dolores? como sabriamos que pinchan las espinas? como entenderiamos el valor de las cosas que amamos si no es por la scerteza de poder perderlos? lamentablemente es así y es en las "idas"... y como bien decías... en las "muertes"... cuando la ausencia del otro, la no respuesta, la seguridad de su partida, y el dolor que eso representa cuando nos damos cuenta que pudimos haber amado más... por eso como uenos trovadores (cantor de la edad media) y siguiendo a la buena alejandra "Canta como si nada pasara. Nada pasa"

G. Siles dijo...

Mis mejores deseos Vero... un abrazo