Dejó todo.
Hace años que no me resfriaba. Ni así ni de otra manera.
Dejó su gato, dejó al perro, dejó al hijo, dejó el sueño, dejó el compromiso. Dejó el aniversario.
Dejó el vacío.
Dejó el hueco.
Toso y siento todo, mi espalda, mi pecho, la desesperanza.
Dejó todo pero de una manera bonita, sin gritos, sin enojos, sin lugar a reclamos.
Dejó todo y me dejó sin herramientas, me dejó con todos los problemas, me dejó sin razones, ni para enjoarme ni para dejar de amarla.
Casi no duermo en las noches, me despierta la tos, me mantiene despierta la angustia
Igual que el.
Resultaron siendo lo mismo. Uno peor que el otro en ciertos momentos, uno mejor que otro en otros momentos.
Esa vez me dio neunonia, pasé un mes intentando que mi cuerpo no se muera.
Me habla todos los días, dice que siempre vamos a estar cerca, dice que siempre va a estar para mi, nos vemos cada vez que ella quiere, casi nunca cuando quiero yo.
Me dieron de alta un domingo por la tarde, con el sol radiante, ajeno el sol a la oscuridad de mi alma.
Ojalá me dejara verla los domingos, a veces si me deja , otras veces elige a una amiga. Ojalá me dejara verla cuando necesito respirar.
Me duele la cabeza, seguro por el resfrío, no recuerdo bien los síntomas, hace mucho que no me resfriaba, ni así, ni de otra manera.
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