miércoles, febrero 29, 2012

hasta que salga el sol

Dije hace 4 minutos, me voy a dormir a la media noche... quedan 6 minutos y no, no pasa por mi mente dormir. A las 6 empieza el dia, he prometido ser responsable, pero no, no quiero dormir, quiero colgarme en la nada y pensar mil veces el gran regalo que me ha dado la vida.  Pienso, cierro los ojos y trato de llegar ahi en una especie de sueño guiado... puedo sentir hasta el olor del incienso, el olor del pollo con jengibre y miel. Puedo escuchar la voz insistente de mi mas mejor amigo en el mundo capacitandome en el fútbol, las palabras forzadas de mi chiquitito que cuando le cuento secretos, me mira como si entendiera...

No, no quiero dormir, quiero esperar que el sol salga y que cuando empiece otro dia, todo este donde esta... en su lugar...

3 comentarios:

~Cëh~ dijo...

me gusto mucho.... tu blog y tu perfil :)

Anónimo dijo...

Hoy quiero escribir(te) algo sobre las personas: Te das cuenta que hay las que te enfrentan con tus peores demonios y ayudan en tu derrota; en ellas no quisiera reparar. Otras, las que te dejan con una sensación de vacío, de saldo deudor. También aquellas que te impulsan; parecería que se concentran en tus virtudes y las potencian. Hay las que se conectan contigo en un plano abstracto, como en una dimensión diferente, es difícil explicar. Luego, hay otras, y creo que son mis favoritas: Las que activan un switch que te conecta contigo mismo, con tu esencia, te inspiran. Logran que te encuentres con lo versión más sensible de ti mismo, y es como un proceso de ida y vuelta, porque sientes que de alguna manera, también tú les generas, sino lo mismo, algo (seguramente) también especial.
Por alguna razón que no sé explicar, estás ahí, y me gusta. Podría guardarme este apunte porque no soy de las personas que anda abriendo su estante de emociones al mundo. Es verdad, no te conozco de la manera en que usualmente se conocen las personas, nuestras referencias deben estar en esas coordenadas que aún no se han explicado porque no se han descubierto, qué más da, prefiero el testimonio a la omisión, abrir mis cartas y ofrecerte lo que soy, en un acto que no es racional; sí voluntario. Te ofrezco mi amistad en esta tierra con todo lo que ello implica, para darle continuidad a ese algo que nos conecta, y que proviene del pasado, o talvez del futuro.
Firma: Un grano de café.

Vero Mendizabal dijo...

Tengo una sensación de orgullo casi intimidante. Imprevisto leer algo así. Gracias geni, por éstas palabras. Besos mi B