viernes, junio 09, 2006

segundita

Hoy mi vida suena a segundas oportunidades por todas partes... mi hijo no solo salió bien de la cirugía hace 4 meses, hoy camina, corre y ya casi salta como si jamás le hubieran abierto la columna... hoy mi hijo es la bandera viva de las segundas grandes oportunidades.
Hoy me detengo a mirarla y veo en sus ojos la tranquilidad de una niña de seis años, pensé que eso no sería posible después de todo lo que pasó cuando conoció la soledad tan chiquita... pero en su mirada hay paz y eso es lo que importa.
Hoy está él, más cerca de mi que nunca, después de más de un año separados, después de la absurda repartición de nuestros pocos bienes, después de haber fijado días y horas de visita para nuestra niña... esta aqui y es todo mio, soy la dueña de sus besos y de todas sus caricias. Hoy el es más mio que nunca. Hoy somos una familia poco sociable, pero no nos falta nadie.
Hoy le suman a la espera 12 meses nuevitos, enteros y cada uno tan largo como el primero, hoy la vida le da una nueva oportunidad de terminar lo que un día empezó, y una nueva oportunidad en su vida, aunque no me guste la idea de duplicar el tiempo, voy a considerar esto como una segunda oportunidad enorme, porque la amistad tambien es eso...
Hoy las algas del espejo se han caído todas, han ido desapareciendo, dejando visible lo único real que yo tengo, lo que veo de mi cuando me detengo en mi reflejo
Hoy hay nueva música adornando mis días, pero esa, más que una segunda oportunidad, fue una segunda gran decisión de hacer las cosas como deben hacerse... duplicando esfuerzos y fuerzas, duplicando noches sin dormir. El resultado es uno y es único.. es simplemente impecable. Un gran hidrometeoros 2 suena cada hora de mis días.
Hoy (hace unos días) su expo salió bien y le devolvió la paz y esa lindísima sonrisa al llanero solitario que completa mi vida, y el abrazo que esta por llegar solo podrá resumirse en un sin fin de segudas oportunidades que no hacen otra cosa que darle combustible a mis días.
Hoy, como cada día de los últimos 17 años volví a decirle que lo amo, y volví a recordar que su vida es la primera gran segunda oportunidad que le dio Dios a mi vida.