---
Lo más difícil que he hecho en la vida ha sido mantenerme viva.
He tenido que luchar contra esas ganas de morirme que no nacen de un evento concreto, sino de una oscuridad que me habita desde siempre. Una tristeza antigua, como si hubiese nacido con el alma sobreexpuesta. Como si hubiera hecho algo terrible.
Fuiste un guerrero despiadado en otra vida. Un mono azul atrapado en el centro de una montaña. - Siento una energía aterradora que no es tuya-
No sé si es heroísmo, ni me interesa llamarlo así. Me quedo por costumbre. O porque, en medio de todo, en uno de esos momentos, alguien como la Clau apareció y me amó con locura cuando yo ya no creía que esas cosas eran posibles.
Había perdido a Marcos. Marcos se había perdido de mí.
Pasé unos meses internada después del último intento. No tengo vergüenza. Me dolía estar viva. Despertar en la angustia.
El mismo aire.
Un loop infinito, sin posibilidad de sentir diferente. Sin esperanza de sentir otra cosa.
Mis hijos me miraban.
No me reconocían.
Sus miradas se preguntaban dónde estaba yo.
Yo estaba ahí mismo.
No funcionó ninguna de las veces.
Y yo sigo acá.
Me anclan dos vidas.
Ahora estoy en un momento de calma. No se fue la tristeza, pero aprendí a habitarla con un poco más de silencio. Hago terapia una vez por semana. Uso rapé, y ese ritual me da una claridad que no conocía. No es una salida, pero es un espacio. Es una pausa.
Claudia se fue.
He pensado en tantas cosas. Me atraviesan los pensamientos más oscuros, pero he aprendido a apartar esos pensamientos de mí. A no dejar que me traguen. A no rendirme ante ellos, aunque a veces quiera.Y eso, en mi historia, es un montón.
Me quieren agitar, me incitan a gritar
Solo sé que dentro de mí hay una criatura que nunca duerme, que me arrastra hacia el borde con una voz dulce.
Y yo le respondo cada vez:
no hoy.
Porque esa también soy yo.
La que desea irse, y la que elige quedarse con los ojos abiertos y la mandíbula tensa.
No soy luz. No soy salvación. No soy ejemplo de nada.
Soy la resistencia.
Aprendimos a quererte desde la histórica lucha
Soy una oscuridad viva y estoy aprendiendo a no tenerle miedo.
No hay nada limpio ni redentor en esta oscuridad que me habita, es un pozo sin fondo, una voz que me llama al abismo con una ternura que duele.
No soy una historia de superación.
Mientras ese monstruo interno mastica despacio mi pensamiento, yo me hago un café.
Convierto un pan en migas para mis palomas.
---
No hay comentarios.:
Publicar un comentario