jueves, mayo 29, 2025

La. Grieta

Hace varios años, el silencio ya era un mar oscuro entre nosotras.

Ella intentó irse en secreto, sin avisar, sin ruido, como quien escapa antes del amanecer.

Yo estaba en el café 

Llegué antes de lo esperado, y encontré la grieta abierta, esa fuga invisible que se había convertido en abismo.

No fue un abandono de un día, sino un desgastarse lento, casi imperceptible,una renuncia callada que ella quiso ocultar, pero que mi intuición, más alerta que sus palabras, descubrió.

Desde entonces, el barco navegaba con un solo remo,

y aunque intentamos reconciliar, giramos en círculos, siempre atrapadas en ese vaivén sin rumbo.

Porque cuando una ya no quiere remar, el final empieza, aunque la voz aún diga “quedémonos”.

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