jueves, julio 10, 2025

Luto

La última vez que use ropa negra, así, como forma de vida, fue cuando murió Kurt Cobain, en 1994. 

Hoy, a 7 días del misterio más grande para mi, el negro me acerca más a ti, Clara mía. 

Uno podría pensar que es tristeza, pero es más que eso, son los colores que ahora se ven. Es tu nombre.

La experiencia más poderosa está en transformar la tristeza más profunda en las cosas más lindas.

domingo, julio 06, 2025

Olor a gas

Sé que para todos es una paloma, un pájaro, una rata, una presa, un instante, un instinto, un conejo, un gato, un perro, un segundo.


En la cocina hay olor a gas.


No sé decir por qué, no sé decir cómo he caído en este bache oscuro y húmedo, frío y silencioso.


Está todo apagado, hay luna en paz...


Me asfixia el peso de lo irreversible, las imágenes han tomado mi memoria, la pasada y la futura.


En la cocina había olor a gas.


Me paro encima del último lugar, miro abajo, adivino las líneas de tu cuerpo herido, el sonido de tu respiración se alarga en mis oídos, tu mirada no busca nada, mi mirada se clava en la tuya.


Ya no cuenta ovejas, hoy duerme en paz.


El mundo jamás lo entenderá, dirán que el tiempo irá borrando las imágenes, el dolor, lo que no pudo ser.


Sin sábanas, sin un colchón

Duerme tranquilo como un lirón


El mundo jamás entenderá lo insoportable que me resulta la vida.


Olor a gas


Cerré las ventanas para que la muerte no te ecuentre en el tercer piso sin red que te sostenga.


Olor a gas.


Nunca pude respirar con las ventanas cerradas, tuve que acostumbrarme al frío de las noches, a las ráfagas heladas de esas tardes de viento.


Seco el corazón.


No necesitaba esa experiencia para aprender nada, podía entenderlo todo sin vivir la muerte de esa manera tan brutal, tan cruel, tan profundamente dolorosa.

sábado, julio 05, 2025

Algunas cosas ciertas


el piso.

una hoja perfecta flotando en una taza azul.

los colores que no salvan

pero mueven el foco de mi mirada.


y vos.


no quise preguntar si venías.

no sabes cómo te esperaba.

Llegaste, te vi y detuve el tiempo un instante, solo para contener el paso que quise dar. Me levanté a darte un beso, como no, amada mía.

nos sentamos.

no hablamos de lo que importa.

tampoco hacía falta.

te vi bailar.

te vi desaparecer en la pantalla.

me aparté

porque ahora sé que así estoy más cerca.

clarita sigue en el centro.

de todo.


hay baile.

Hay distancia.

hay frío.

hay testigos de lo que ya no se dice.

y, aun así, hay algunas cosas ciertas.

Respirar

La muerte de Clarita

la siento —

en mi cuerpo.


Siento su muerte

en mi cuerpo.


eso es todo.

no.

no es todo.


A veces lo olvido.

pero no, mi cuerpo no se olvida.

yo sí.

un rato.

un minuto.

¿fue un minuto?


Se atropellan.

los pensamientos.

las imágenes.

la última vez.

la primera.


La comida.

el maullido.

la sangre.


Y luego

,

nada.

nada.


Otra vez todo.

viernes, julio 04, 2025

Un minuto

Un minuto.

Un solo minuto.

( todo se apaga.)

La vida se va como si nunca hubiera estado.

Justo cuando ardía.

Justo cuando temblaba de viva.

Se corta.

Se rompe.

Se parte en mil.

(Como un vidrio en la cabeza.)


Repetición.

Imagen sobre imagen.

Otra. Y otra.

Segundos que se pisan.

Un ojo que no parpadea.

Una mente que no calla.

Un cuerpo que no cae.


Es el infierno.

peor.

Es la locura.

El eco.

El bucle.

El grito que grita el silencio más profundo. 

Es la vida 



Un colapso de la percepción

un minuto.

¿un minuto?

no sé.

algo se fue.

algo.

todo.


ardía.

era la vida.

después —

(después nada)


Una imagen 

Otra imagen

Otra 

Otra.

ojos abiertos

ojos cerrados

no importa

entra igual


Mi cabeza no está.

está lejos.

como un televisor sin señal.

lleno de voces.

lleno de gritos.

ninguno mío.


este es el infierno

creo.

es la locura.

no hay diferencia.

ya no.

Todo es lo mismo.

Es un instante que se dibuja inmediatamente para hacerse eterno.

Es para siempre,

Ese instante es para siempre. 

jueves, julio 03, 2025

Se abren los puertos oscuros

No preguntó nada.

Ni cómo fue, ni si dolió, ni si yo estaba sola.

—¿Estás segura?

—Estoy segura.

Entonces dijo, con una voz que parecía no temerle a nada:

“Todo lo que pasa, pasa de la única forma posible.

En este plano, en esta vida.

No hay manera de cambiarlo.

Vas a estar bien, eventualmente.”

Yo pensaba que no.

Que era imposible atravesar eso sin romperse entera.

Suena el árbol que cae.

Porque mirar la muerte así, sin velos ni despedidas, es quedarse a solas con lo irreversible.

Sentir el último aliento de lo que se ama.

No en abstracto ni en sueños.

Sentirlo con el cuerpo.

La sangre en mis labios, en mis manos, en mi memoria.

Las manos quietas.

El cuerpo detenido, aún tibio, pero ya ajeno.

Incompatible con todo lo que sigue vivo.

Después el silencio.

El largo, el denso.

El olor de la muerte.

Las ventanas todavía cerradas, para que la muerte no entre.

La culpa.

El silencio que no consuela, pero al menos calla.

Ese silencio donde una se sienta, a solas, con todo lo que ya no está.

Como el cuento de la que amo.

Un disparo en el centro de todo.

la muerte entera segundo a segundo..

La pregunta:, Por qué así? 

Porque alguien, en algún lugar, dijo un nombre que no era su nombre.

Y el destello fue mío.

Fue para mí.

Porque nadie más estaba ahí, mirando cómo se va la vida.

La vida de un amor que imaginé largo y profundo.

No es que esté todo escrito.

Es que lo que pasa, pasa de la única manera posible

El tiempo

 La imagen se repite como una maldición.

Se cuela en los huecos del día,

en el borde de mis ojos,

en el ruido de las llaves al entrar.

Todo pasó en segundos.

Quiero un minuto.

Un minuto, por favor.

Para gritar.

Para correr.

Para cambiar el final.

No tardé.

Igual me culpo.

La mente es cruel.

Me hace pensar

que un segundo más veloz

hubiera bastado.

Quiero llegar a casa y no encontrar este silencio.

No ver la tristeza en los ojos de Bosnia.

No sentir este aire quieto

donde ya no hay nadie.

Quiero oír sus maullidos.

Esa forma de pedir como si el mundo entero le debiera algo.

Abro la puerta.

El mundo ya no suena

como cuando ella estaba.

Prefiero el misterio de la muerte

a estos días en los que empiezo a comprender que no vas a volver,

que la vida no me dará ese minuto,

que la imagen no dejará de atormentarme.

La luz que no se va

Le escribí.


Después del miedo,

después de Clarita,

después de no saber a quién más.


Y ella respondió.

Como si no hubiera pasado el tiempo.


Llegó la noche y el silencio en la casa que guardaba aún el olor de la muerte que acababa de golpearnos el alma.


Volví a escribirle.


Le conté que había elegido a Clarita porque ella era morena, como yo.

Se rió.

Recordó el momento.

Recordó mi cara.

Y después dijo:

“Vero…

Debo decirte algo.”

(Temblé un poco)

Y entonces:

“No sos morena.”


Nos reímos.


También nos reímos

porque durante años

pensé que ella era más alta,

solo porque ella lo dijo.


Como si nada.

Como si todo.


Nos mandamos besos.

Abrazos.

Palabras de fuerza, de consuelo.

Nos despedimos.

Y por un momento,

volvió a ser casa.

Ella habita la luz que no se apaga, mi amor eterno.

miércoles, julio 02, 2025

En esta inmensidad

Van a pasar las horas, que muy pronto serán días, y meses, y años.

No quedará rastro en esta tierra:

ni de la sangre,

ni de las caricias,

ni de las cosas con las que uno sueña.

No habrá lápida ni letras que el tiempo perdone.

Hasta que un día, será mi huella la que desaparezca.

---      

Van a sumarse los segundos hasta que llegue el último,

ese que se alarga y contiene todo, 

con todos los detalles.

Un segundo.

Un segundo en la oscuridad.

---

La muerte es una daga,

un cuchillo afilado.

Es la inmensidad en la que no existimos,

y al mismo tiempo,

el único lugar

donde habitamos

todos.