lunes, noviembre 24, 2025

El lado oscuro de la oscuridad

Estaba aislada.

Como si todo lo que existe, existiera por fuera de mí. 


Inalcanzable.

Yo. 

Todo los demás 


Tenía que vaciarme.

Agotar todo el combustible posible,

todo al límite de mi fuerza.

No podía ser de otra manera.


La cosa es que después se queda.

No se va del todo.


A mi cuerpo le encanta el descanso, la calma.


72 horas.

Solo eso: un montón de horas

y apenas el 0.82% de un año.


Una puerta casi instantánea.


Para sentir.

Para mirar.

Para escuchar.

Para seguir.


Tenía que vaciarme de todo.

Del líquido.

Del oxígeno.

Del miedo.

De todo.


En la furia de un día normal en esta ciudad.

Sin ninguna pausa.

Con todos los ruidos.

Con cientos de voces.

Con tantas cosas que hacer.


Todo normal y yo atravesando el tiempo infinito.


No podía ser de otra manera.


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