jueves, septiembre 12, 2024

Mira mamá...

Quiero decirte cosas sobre el suicidio, quiero contarte la otra mitad, quiero decirte, que para algunos, la vida es demasiado difícil  muchísimas veces, de manera circular, como un hechizo, como una maldición, como algo que nunca acaba, algo que siempre vuelve a pasar. 

Te pasas los días intentando, aferrándote a pausas hermosas, pausas cada vez más cortas,  pausas cada vez más hermosas. Son pausas, lo mismo que un oasis, lo mismo que un analgésico, por momentos habitas la paz, intentas pensar que te salvaste, festejas la vida de todas las formas, pero de pronto se acaba, no es un camino, no es un proceso, es un golpe, la pausa se acaba y tu cuerpo vuelve a sentir con furia todas las emociones, se abren los abismos a cada paso, el aire es espeso y frío.

De que sirve hablar realmente?
De nada.
Vas a un siquiatra, te medica, vas a terapia te alivias momentáneamente, escitalopram, dejas de sentir, vives de una forma en la que nada tiene sentido. Te acercas a la locura.
Cuál es la idea? Resistir la furia de la vida para llegar a donde? A la pausa cada vez más corta. Al cansancio de los que te acompañan. A las palabras que rompen lo poco que queda de ti. 

Mira mamá, sin pastillas. 

Es un viaje sin retorno. Un día te das cuenta, un día finalmente puedes nombrar esas miles de cosas que sientes con todo tu cuerpo. Un día sabes que has nacido enfermo del alma, con conexiones irracionales, todas las emociones en tu cuerpo. Maldita sea.
La tristeza te atraviesa la garganta y ninguna tos te salva de esa asfixia.
La vergüenza parte tu cabeza en dos, la luz es insoportable, los ruidosestallidos las voces las bocinas la vida.
El miedo, el miedo es despiadado, primero sientes el frío en tu cabeza, tu cuerpo tiembla por dentro como si fuera tu sangre la que tiembla, tiembla hasta que llega la náusea, tan violenta qué no te das cuenta, un dolor mudo se apodera del centro exacto de tu cuerpo, dejas de mirar con claridad, las voces se alejan, las bocinas, los platos rotos. Pareciera que por fin todo se acaba, pero no, todo vuelve a empezar. 

Mejor dormir. 

Y alguien que ve las redes te llama mientras intentas dormir, todo el día si pudieras... no te esta ayudando, no va a cambiar nada, solo te obliga a disimular para hacer corta la charla, nada cambia. - Tu vida vale, gracias por quedarte, gracias por resistir, no tienes porque poder con todo y un montón de frases que no suenan a nada, que no se parecen a nada, no son nada. Eso tan doloroso es inmune a las palabras. 

De pronto una pausa. 
Cortita. Efímera. 
Un pausa difusa. 
Un ratito un respiro aunque sea unito

Es circular
Un bucle

Te busca una amiga, sales, sonríes, te ríes, bailas, buscas todas las formas de sobrevivir ese momento de vida, pero después vuelves, después, cuando todos se van, cuando los alejas... Otra vez el silencio, no hay nadie, y entonces caes, porque lo único que puedes hacer es caer y mantenerte viva mientras caes para que nadie piense que te has muerto porque no te han llamado por teléfono o porque no han ido a buscarte. 

Yo no sé si se puede prevenir, no sé quien paga el precio al final. 

Alivio

Solo buscas alivio y eso que en el misterio que es la muerte, no puedes saber si realmente vas a encontrar alivio o si vas a vivir en un bucle infinito de desesperación. 

Es aterrador. 

Es permanente. 

Es un círculo que te atrapa como te atrapa un huracán. 

Morirte es la única salida posible, en un cuerpo muerto no existe el dolor. 
En un cuerpo inerte ya no existe el dolor ni el miedo ni la desesperación. 

No es culpa de nadie, no existe una llamada que pueda salvarte de eso.

Has nacido con el alma enferma y  nada más. 







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