martes, octubre 29, 2024

Tiempo y silencio

Pensé que podía, pero no puedo.

No puedo estar cerca, no, no ahora al menos. 

Siempre quiero estar cerca, pero no puedo, me congelo, escucho como respiro, no quiero hacer nada mal, no quiero equivocarme en nada. Escucho mi sangre que pasa como un río y me atraviesa. No quiero llorar, pero igual lloro. Siento el rio caliente en mi cara, en mi cuello, un río de lava. No quiero que se vaya, no sé como despedirme, no sé si la abrazo, si le doy un beso, se da la vuelta, se va, y así, así mismo es cómo tiembla un alma, es verdaderamente escalofriante. 

Yo tampoco entiendo, pero no puedo. 

No hay manera... 

Esa vez no pude enojarme, no fui capaz de la rabia, por suerte, porque venía saliendo del proceso más lindo, a veces bailaba.  Ya no recuerdo la rabia. Por suerte. Tampoco como se baila. 

Qué difícil ha debido ser. Tanto miedo. Tanto silencio. Tanto amor. Tanta rabia. Qué  difícil tantas cosas en silencio. 

Mirar de lejos, desde afuera. De lejos. Desde afuera. Desde el primer dia. Sobre todo desde afuera. Era un muro enorme que terminó siendo indestructible. Terminó cayendo  encima de nosotras. No pude entrar ni pude frenaro ni pude salvarnos. 

No te perdona que seas mujer. 

Quizás me faltó silencio. 

Nuestras cosas, las cosas que hemos ido tantas veces felices a comprar.  Nuestra vida. Como lo que deja el huracán silencioso y frio.  Todo partido en dos. No necesito nada.  Se está partiendo mi vida en dos. No quiero mirar. Has probado cerrando los ojos? Los tengo cerrados. 

El último ahorro lo dividimos y no compramos nada. Pero no fue esa vez que empezamos a separar las cosas, fue esa vez, fue ese viaje, fue antes, fue en una graduación, no, fue en la otra, iba a ser en otra vacación. En una navidad. En nuestro aniversario. 

Solo nos quedaba juntas la noche y los besos todas las mañanas.

La confusión es agotadora. Es tuyo. Es mio. Es nuestro. Tu mesa. Mi sillón. Y el hijo menor? Y el gato? Y el perro? Y el nieto? Y el hijo mayor? Vamos a partirlos en dos? No entiendo. No logro visualizar nada. No entiendo. 

Lo que era nuestro. Lo que hicimos nuestro... No queda nada. 

El viento me envuelve y se mete dentro de mi, abro mis ojos, solo veo tierra y hojas. El viento en mi oídos. El viento en mis manos. El viento en mi alma. A ratos olvido que puedo respirar



viernes, octubre 18, 2024

Los árboles

Es raro, es mucho más que raro, todo es realmente frío y gris, no hay ningún punto intermedio.

Es irreal, absurdo, no es posible.

De pronto me invade una paz anormal, desconocida, mi cuerpo no la recibe tranquilo, se resiste, tiembla, el aire desaparece, no es real, no es normal, solo intenta prepararme para el siguiente abismo, ya sé cómo funciona, y mientras esa paz extraña me invade, solo pienso en el momento exacto en que se termina... rápido, violento, no hay forma de frenar, caes, caes, dejas de escuchar todas las voces, todas las bocinas, amigos, historias que hoy no quiero escuchar, no quiero escuchar nada ni a nadie, no quiero hablar, no quiero explicarles como se siente este abismo intermintente, desaforado, violento, para qué, para volver a esa paz absurda, sin motivo.

A donde voy?  Qué camino elijo? 

No me muevo ni un milímetro, no ando de una relación a otra, tengo una base, hemos construido una base, me equivoco, me esfuerzo la cago, hago magia, la vuelvo a cagar, pero construyo, construimos, armamos nuestras vidas, negociamos, discutimos, coincidimos, vivimos, vamos construyendo. Se enamoran nuestros hijos, empiezan sus vidas, traen niños para que nosotras los amemos, crecen, se van, vuelven. Viven, vivimos. Permanezco inmóvil, mirando lo que ya no será, inmóvil para no quebrarme. 

Nuestros hijos para siempre. 

Nuestros nietos para siempre

Nada desaparece pero esta todo detrás de algo, inalcanzable, borroso, como algo que se prepara para desaparecer, olvido regar las plantas, no se pueden morir ellas ahora, no puedo regalas. Inalcanzable, sobre todo mañana, sobre todo más adelante, cuando los años pasen y no podamos charlar con esos niños  y cuidarlos y asegurarnos de que nunca sufran, que nunca sufran nuestros niños. Tenemos que encargarnos de decirles a nuestros hijos que nuestros nietos no pueden sufrir, nunca, no de miedo, no de hambre ni de frio, no de inseguridad, tenemos que decirles a nuestros hijos, desde nuestro triunfo, desde nuestro compromiso, desde esto que hemos hecho tu  y yo.

Todo borroso, como lo que se prepara para desaparecer. No vamos a decir nada, no vamos  a tener charlas, no vamos  a poder evitarles  a nuestros nietos el sufrimiento de la vida. Porque no tenemos nietos más que uno, porque los que lleguen no nos van a conocer juntas, amandonos, construyendo una vida para ellos. Porque para esos que lleguen, nosotras no existimos como nosotras. 

Mis sentidos se apagan, se pausan, mis ojos no quieren ver cosas bellas, mis oídos no escuchan canciones ni historias ni cuentos ni promesas ni alientos ni suspiros ni nada, no escuchan nada, Todo lo que escucho, lo escucho dentro de mi, escucho el viento dentro de mi, siento el frío del viento y me hielo por dentro. Todo pasa dentro de mi. 

Por qué así? 

Como la muerte inoportuna que te encuentra cuando cruzas la puerta de tu casa para salir a vivir, como la muerte que te mete un tiro en el pecho y te deja morir ahí, entre esos árboles qué son del cielo, solo, debajo de esos árboles para los que ni tu ni tu muerte son relevantes, así, de golpe, sin aviso, sin tiempo, sin razones, solo porque si, porque las balas perdidas son así. Matan aunque sean un error, en un segundo desaparece todo, tu café de la mañana, tu esperar que salga la luna, los besos de todas las mañanas, la casa, la casa con jardines llenos de arboles y de flores. Desaparece la hamaca donde escribirás para siempre los cuentos más hermosos, y la silla debajo del árbol donde siempre habrá un café recién hecho. 

Desaparece todo y las nubes que pasan ni siquiera cambian su rumbo, el viento sigue soplando entre las hojas que caen encima de ti y entierran tu cuerpo o lo que queda de él. 

El olvido. 

Por qué así? 



* Los arboles - Claudia Peña -. Pequeños fragmentos de un cuento que le puso palabras a lo irreversible. 





sábado, octubre 12, 2024

La vida es empezar

Llegó un amigo de ella, un poco mio., pero un amigo de ella, traía un papel con un discurso del último libro de la Clau. 

Luego, empezó a decir cosas hermosas de ella y yo le respondí cosas más hermosas aún y mientras le hablaba, me escucha contar las cosas más bellas que ya no tendré cerca.

Y mientras el me escuchaba y luego aumentaba más cosas bellas, empecé a pensar en el momento de tener que  responder a los que no pueden atravesar una puerta con tarjeta, un ascensor con tarjeta, una puerta de vidrio blanca, una secretaria, un pasillo largo y una puerta  y vendrán  a preguntarme a mi que fue lo no pudimos resolver, qué fue lo que nos alejo tanto de ese amor precioso que unió nuestras vidas...

Es tremendo eso que me espera, no logro ni siquiera imaginar cómo proteger mi alma de esos momentos infernales.

Preferiría estar transformandome en cenizas. 


No hay cadenas en el amor

Escribí un tuit. He estado escribiendo varios. 

Ahora es así, se acerca el fin, I can feel it in my gut. 

Escribo lo que necesito que quede escrito, ahí, en un muro donde no conozco a casi nadie , un lugar super poblado de desconocidos. 

Tengo que dejar el mapa de los caminos que ya he recorrido, los aprendizajes o lo que recuerdo de ellos, no puede haber sido para nada. 

Le he pedido al chat gpt un análisis para estar segura que escribo lo que quiero decir. 

Señor chat GPT:

Dame un análisis de el siguiente párrafo:

Si alguien necesita, para respirar, para vivir, para seguir; escuchar las palabras más amorosas que existan, entonces le dices las palabras más amorosas que existan.

Mirar sin juicio es la manera más hermosa de mirar, sobre todo para uno mismo

#Nohaycadenasenelamor 

Chat Gpt: este párrafo habla sobre la importancia de la empatía, el amor incondicional y la aceptación. La primera parte sugiere que, cuando alguien está en un momento de necesidad emocional, lo más compasivo que podemos hacer es ofrecerles palabras llenas de amor. Esto implica un reconocimiento de la vulnerabilidad del otro y una disposición a dar sin reservas.

La segunda parte del párrafo menciona "mirar sin juicio" como una forma hermosa de ver, particularmente hacia uno mismo. Aquí se promueve la autoaceptación y el no juzgar nuestras propias fallas o debilidades. Este enfoque está ligado al amor incondicional, ya que no impone condiciones ni expectativas, sino que simplemente observa con comprensión y bondad.

El hashtag "#Nohaycadenasenelamor" refuerza el mensaje central: el amor verdadero no está condicionado ni limitado, es libre de ataduras y juicios.


Y bueno, definitivamente me cuesta decir cosas en tiempos de calma, pero absolutamente todo indica que voy a pasar aquí la mayor parte del día. 

Aquí no hay fantasmas, ni miradas juiciodas ni consejos no pedidos ni palabras que no quieres escuchar. 

Aquí estas vos y nadie más 


Aquí no estas tu, amor mio

(aunque siempre estas en todas mis palabras , en todas  mis fotos, en todas las líneas que mi mano dibuja)






domingo, octubre 06, 2024

La mancha

Tengo una manzana que tiene una parte blanda, como un charco, la muerdo cerca de la mancha para irme alejando de ella, para no acercarme ni por error. 

Todo el tiempo pienso en la mancha.

Tengo mi mano sucia con jugo dulce de manzana. Respiro. 

Si llegara a tocarla con mi boca, no podría comer manzanas nunca más.

Mi mano esta sucia. Pegajosa. 

Dejo mi dedo izquierdo a un milímetro de la parte blanda, así me aseguro.

Me limpio, por fin. Ahora la mezcla del olor del alcohol con el olor de la manzana. 

Pienso en la mancha todo lo que dura la manzana.

Rodeo la parte blanda.

Aislo la parte blanda. 

Ya estoy muy cerca, ya siento el olor del charco en mi manzana.

Tiro lo que queda sobre un terreno baldío, a ver si sale un árbol por lo menos. 

He pensado solamente en la mancha y no recuerdo el sabor de la manzana. 

miércoles, octubre 02, 2024

El fin de un mundo

 Un año y 10 meses, ahora todo lo que recuerdo, lo recuerdo así, intentando no sonreír, sosteniendo mi mirada con un micropor "color piel" para que dejen de preguntarme si me he caído o si alguien me ha pegado, quién me va a pegar pues  y cómo creen que me voy a caer, si yo mido cada paso que doy con máxima precisión. 

Todo lo que miro es diferente, dibujo cosas chiquitas pero no veo ningún detalle, solo dejo que mi mano dibuje porque en realidad dibuja mi cerebro, ni mi mano ni mi ojo. Igual que el tenis.

He aprendido a esquivar los sonidos , igualito que un ninja en problemas, empiezo a conocer los ángulos que protegen mi oído desprovisto de sus propias formas de defenderse.

Ahora sé como sostener mi mirada aunque mi ojo tiemble y lagrimee y pelee por cerrarse. 

He ido por todos los  caminos que he podido para alejar la angustia profunda de mirarme en el espejo y encontrar ese intento absurdo de sonrisa, hasta de mirada.  He tenido que aprender a sonreír de otras maneras, con lo que me queda.

He aprendido a desaparecer de los lugares iluminados. De la multitudes curiosas, he dejado de imaginar las historias de los libros que no puedo leer y de las obras con aplausos.

Más bien me quedan un montón de cosas. 

#paralisis

#elfindeunmundo